Piensa en la relajación como una inversión. Tiempo dedicado a ti mismo, tiempo dedicado a sentirte mejor y aumentar tu nivel de bienestar en vez de pensar en la relajación como una pérdida de tiempo.
No intentes relajarte, simplemente deja libres tus músculos e intenta alejar la tensión.
El ambiente o lugar donde practicas la relajación es muy importante. Independientemente de si lo haces tumbado o sentado, intenta hacerlo en un lugar que invite a relajarte, ya sea al aire libre o en una sala o habitación.
Para relajarse correctamente hay que tener el hábito de hacerlo. Cuánto más practiques, más fácil te será realizar ejercicios que podrás incorporar a tu rutina diaria y podrás practicarlos, por ejemplo, en el trabajo.
Algunos ejercicios de relajación, sobre todo los más sencillos pueden considerarse como un juego de atención e imaginación. Recurre a este tipo de ejercicios sobre todo al principio, cuando aún no tengas el hábito de relajarte.
Puedes utilizar como complemento de las técnicas y ejercicios de relajación música o sonidos relajantes procedentes de la naturaleza, y así aislarte de ruidos externos que sobre todo al principio puedan distraerte.
Las técnicas de relax que utilizamos en nuestro centro, nos permiten ayudar a las personas a reducir su carga de tensión física y mental.
Existen una gran variedad de rituales que combinan de técnicas de relax; que fusionan la metodología y estudios de programas de control de estrés; y sin duda la ansiedad, con técnicas de desarrollo personal; o elementos de las disciplinas de psicoterapia o medicina psicosomática.
El objetivo principal de la relajación es lograr que la persona; sin duda reduzca el nivel de activación del sistema nervioso automático; o disminuir el nivel de activación cerebral.